14 mayo 2012

NO VAYA A SER QUE SE CONSTIPE

Por: Pío Valencia.

En estos últimos años, he escuchado testimonios de mucha gente que lleva el fútbol tatuado en el alma. Gente que admite que cuando Baltazar se llevó el Pichichi en la 88/89 con 35 goles, pensaba que eso ya nunca se volvería a repetir, que era algo extraordinario. Lo era.
Al año siguiente, el gigante  de Hugo Sánchez hizo temblar el mundo del fútbol con la entonces friolera de 38 goles.  Pero esto no acabó aquí.                               
Hasta anoche, nadie había conseguido batir tal bestia (hablamos de la Liga, claro). Y no de un gol, ni de cuatro. Ayer, un tal Lionel Andrés Messi hundió el asta de la bandera culé en el ochomil del Pichichi con la, ahora sí, friolera de 50 goles en Liga, y otros tantísimos en Europa y Copa. Y es que este hombre no tiene nada de galáctico, pero pese a la ausencia de David Villa arriba y la mediocre temporada de Pedro, su fútbol sigue siendo un fenómeno que la NASA se niega a revelar.
Sería horrendo no añadir los 15 balones que el astro argentino ha estrellado en la madera, y que le han impedido que su cifra sea aún más espectacular. Lleva 8 años jugando al fútbol y acumula 265 goles. Lo que él hace no lo hace nadie, ni siquiera CR7, el único que le hace frente, manteniéndose a rebufo.
Mientras tanto la Liga ya se ha acabado, para mí, una pena, para otros, un respiro. Podemos aprovechar y olvidarnos de tanto gol, pero apenas falta semana y media para la final de Copa. Sin olvidarnos de los años y años que le quedan a éste monstruo por delante.
Aunque al igual que les costaba a grandes periodistas creérselo, a nosotros nos cuesta imaginar, aunque todos estemos muy de acuerdo, que lo mejor está por llegar. Que lo cuide bien Tito, no vaya a ser que se constipe.

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